Sobre Fuera de campo (Marcelo Guzmán y
Mauricio Durán), Bolivia, 53'
por Juan Álvarez (originalmente publicado en loscuadernosdelvortice.blogspot.com)
La Real Academia de la Lengua define cantinflear como hablar o actuar de
forma disparatada e incongruente y sin nada con sustancia.
Fuera de campo de Marcelo Guzmán y Mauricio Durán es una cantinfleada
audiovisual de casi una hora. Evaluaba la utilidad de hacer este
escrito, y el único que me orilla a esta práctica es que también se
puede aprender de las malas películas.
Durante la sucesión de las imágenes, Fuera de campo es un juego que nunca se establece y que por ende nunca se consolida, es como si el imperativo, o el dinero de un premio, te obligara a terminar un proceso. Los grandes logos del Talent Doc y el Goethe Institut al inicio de la película me dan a pensar eso. Entonces postmodernos y derridianos, nos ponemos en un juego con el espectador: ¨Oh yo bienpensante cinéfilo, oh tu espectador ignorante, fíjate en las costuras, los cortes bruscos, las fotografías, los testimonios, algo de historia, los negros larguísimos, los fundidos a negro, el material de archivo de televisión, mi texto favorito de Pasolini, y valora la genialidad de sustituir el testimonio de una mujer aymara, por el de un español mecánico y plano. Date cuenta, tú, inculto hombre, que incomodar es un arte.¨ He ahí todo el juego cantinflesco de esta sucesión de imágenes y sonidos, en un abuso de confianza con el espectador, en un juego adolescente de poner lo que me venga en gana, porque no sé realmente qué estoy haciendo, pero no pares de filmar, eso iría en contra de todo lo que hace un “buen documentalista”. Tal vez éticamente y para aminorar nuestras desgracias, era mejor construir una idea de cine y encontrar los recursos audiovisuales que la sustenten; al revés es un ejercicio formal onanista. O mejor aún devolver la plata.
Pd. Fuera de campo aparece como texto en el video tres veces, como si los realizadores y el montajista trataran de convencerse ellos de lo que están haciendo. Poner todo en la olla, de tener mucho material de descarte y pocas ideas que puedan armar con ello una película. Si algo se puede aprender de las malas películas, es que han cometido más errores que aciertos, que la congruencia nunca ha tocado una fibra básica, que es el sujeto que está haciendo la película.
Durante la sucesión de las imágenes, Fuera de campo es un juego que nunca se establece y que por ende nunca se consolida, es como si el imperativo, o el dinero de un premio, te obligara a terminar un proceso. Los grandes logos del Talent Doc y el Goethe Institut al inicio de la película me dan a pensar eso. Entonces postmodernos y derridianos, nos ponemos en un juego con el espectador: ¨Oh yo bienpensante cinéfilo, oh tu espectador ignorante, fíjate en las costuras, los cortes bruscos, las fotografías, los testimonios, algo de historia, los negros larguísimos, los fundidos a negro, el material de archivo de televisión, mi texto favorito de Pasolini, y valora la genialidad de sustituir el testimonio de una mujer aymara, por el de un español mecánico y plano. Date cuenta, tú, inculto hombre, que incomodar es un arte.¨ He ahí todo el juego cantinflesco de esta sucesión de imágenes y sonidos, en un abuso de confianza con el espectador, en un juego adolescente de poner lo que me venga en gana, porque no sé realmente qué estoy haciendo, pero no pares de filmar, eso iría en contra de todo lo que hace un “buen documentalista”. Tal vez éticamente y para aminorar nuestras desgracias, era mejor construir una idea de cine y encontrar los recursos audiovisuales que la sustenten; al revés es un ejercicio formal onanista. O mejor aún devolver la plata.
Pd. Fuera de campo aparece como texto en el video tres veces, como si los realizadores y el montajista trataran de convencerse ellos de lo que están haciendo. Poner todo en la olla, de tener mucho material de descarte y pocas ideas que puedan armar con ello una película. Si algo se puede aprender de las malas películas, es que han cometido más errores que aciertos, que la congruencia nunca ha tocado una fibra básica, que es el sujeto que está haciendo la película.