Drop Down MenusCSS Drop Down MenuPure CSS Dropdown Menu

Sunday, September 24, 2017

Mamalujos y Bazooka Joes

Un recién nacido y cien dinosaurios
Pedeando con las películas del vecino
Sobre Las Malcogidas

por Gilmar Gonzales



Cuando haces una película hay dos tipos de audiencia… los que están creyendo y entrando en el artificio y los que de una ya están pensando “yo hubiera hecho esto o lo otro”… desde así el más chango al más dinosaurio. Generalmente la gente de tu entorno inmediato será del segundo grupo… tu pueblo… porque como el cine es colectivo también, todos quisieran empujar las producciones cercanas en un sentido o en el otro.
La cantidad de gente –y va a ser cantidad porque va a ir harta gente- que le va a decir (o no) a la Denisse lo que piensa que se debería haber hecho o no, va a ser tal vez un peso que ella ya va a decidir si escuchar… o no. Al resto del equipo también le va a pasar eso en diferentes grados, pero los oídos de la Denisse van a ser las antenitas de vinil del infierno. Y eso se respeta pues.
De todas formas, a manera de inauguración de la época de las malcogidas como una niña correteando por el mundo –ya no el largo parto-, a manera de rutucha, o de bautizo – no tipo los bautizos de ingeniería-, quisiera publicar algunas ideas, peros, sugerencias extemporáneas… lo siento…
También, como principalmente soy alguien que va al cine a ser feliz, quiero hablar de las partes que me han hecho volver a vivir el cine como cine… Porque el hecho de inventar nuevas formas que funcionan, siempre es algo para ser celebrado…
Al hablar de “lo que funciona” me remito a una paráfrasis de la película Orange Confucius, una de las pelis radicales programada por John Campos: “los cineastas no vemos necesariamente una película como una estructura. Nos acordamos de las partes que nos han parecido buenas, alguna síncopa, algún movimiento de cámara, alguna mirada, algunos sonidos, y discutimos de los momentos cuestionables.”
También, y sin embargo, cuando las películas giran en torno a temas tan nombrados, como las malcogidas, pueden limitar las posibilidades de brindar descubrimientos a la gente, los descubrimientos que te ofrece la hora y media que se te da para difundir algo. Cualquier cosa. “¿Qué es el cine?” Pregunta Godard. “Cualquier cosa” responde a veces. Ahí su belleza.

Primer chiste.
Primeros desgloses del uso de los ritmos cómicos…
Spoilers.
La película empieza con un plano largo largo ded Denisse –Carmen- haciéndose enyesar la panza en algún tipo de local que no puedo llegar a identificar. ¿Peluquería Lain? Primera pregunta. ¿No reconozco ese lugar por machista? ¿Por menos jailón? ¿Por más jailón?
Bueno, la cosa es que tiene que estar con los brazos abiertos. Largamente. Vemos su cuerpo, vemos sus ojos, sus ojos viéndose largamente. El plano largo funciona. La duración lo hace cómico. Cuando veíamos esa acción en Full Monty, el gordito estaba ahí mirándose al espejo un cachito en una secuencia de montaje y terminaba creo el plano comiendo una barra de granola. No sé si me acuerdo mal.
Pero en las malcogidas el plano dura. De repente todos los temas y las ironías que se están poniendo sobre la mesa van apareciendo a través de la duración de ese plano. ¿De los ojos de una gorda orgullosa mirando finalmente las huellas de su capitulación? ¿De la Denisse teniendo que actuar y dirigir?
Luego se tropieza y se cae.
Primer corte, segundo chiste.
La caída de los personajes es una imagen que vamos a ver muchas veces a lo largo de la peli. Bernardo Arancibia -Honorio/Karmen, el hermano travesti de Carmen-, recibe algunos azotes de los miembros de una organización de homofóbicos que salen a buscar gays a los boliches. Carmen se tropieza alguna vez más y también recibe algunos queques que la dejan con el labio roto. Los queques y las caídas de los personajes son una imagen recurrente, y son los momentos en los que se ha empleado digamos los truquitos cinematográficos de los que uno se pregunta: “¿Cómo han hecho eso?” Además le funcionan como metáfora. En fin…
Yo -y también gente con la que hablé de la peli- hubiera sugerido esto: a veces no es necesario mostrar las caídas. O esta primera caída. Que el primer corte sea el raccord un poco saltado de la caída es un punch line innecesario. Hay chistes que a veces está bueno dejar a medias –o terminar sin enfatizar el final- y funcionan. Si el título aparecía mientras Carmen espera y espera, se hubiera tal vez resaltado un chiste que funcionaba mejor sin el plano que lo sigue. Si se caía en el mismo plano y veíamos por un tiempo el espacio vacío, y el corte era a la mujer ya caída y en reposo, creo que daría. Que hayan tantas caídas, de todas formas, normaliza el efecto de extrañeza que da esta primera.
Bien específico mi “yo hubiera hecho esto”.
Tal vez sea una huevada mi sugerencia. Pero en términos macro creo que se refiere a una actitud bien presente en la película: la actitud de terminar siempre los chistes con una línea conclusiva, con un punch-line. Y eso muchas veces nos cuenta un buen chiste, pero a veces se nota como una actitud muy preocupada por resaltar el hecho mismo de que se está contando un chiste. Incluso el plop! de condorito pasa fuera de campo. Tener en una viñeta siguiente al plop! en realidad estaría de más. A no ser que sea ya muy chistoso obvio.
El diseño de producción.
A veces por el estrés de un rodaje, nos olvidamos de que la ok go! podría ser una posibilidad si se ahorrara en otras cosas.
Como la dirección de arte.
Hay una tradición de producir las cosas que debe ser la más enseñada y practicada en Bolivia. La que se aprende en las universidades o en las escuelas de cine más canónicas. La norma. La forma en la que se ve al mundo y luego se lo produce. Lo que propone la Eca digamos. Esta forma le da un peso gigante a la dirección de arte y a la iluminación pesada. La parafernalia del cine en acción. Tan así es la cosa, que mucho del cine boliviano parece que sucede en el mundo de Bazooka. Yo no digo: “está mal crear un universo propio”, pero digamos -y esto para terminar la parte de las sugerencias latosas y tal vez malintencionadas del contexto de la Denisse- creo que el saber ver esa historicidad de las imágenes, o sea: “que pertenecen a una estética más de su contexto de producción que de la inspiración”, saber ver eso podría llevar a conclusiones como la de utilizar la línea gráfica de Bazooka, lo cual sería fuente de muchas posibilidades creativas, empezando por enfatizar que se están metiendo nuevos paradigmas en un universo sin gordas, sin gays, sin sexo, o sea en el universo de Bazooka.
Espero no se malinterprete esto. Películas como Scott Pilgrim han usado la estética de las historietas ochenteras de maneras muy interesantes, y me parece que en ese sentido, la línea gráfica de Las Malcogidas se quedó un poco en cierta indefinición. Una barra rota por el peso de una gorda no es tan buen chiste como para definir toda la línea gráfica. Y tampoco tan cinematográfico. La línea gráfica de Las Malcogidas parece del universo de Shallow Hal. Esa peli en la que Gwyneth Paltrow no sólo es gorda, sino bien fea.
Y las malcogidas es mejor que eso.
El fuera de campo. La solución Haneke.
¿Qué es un orgasmo? En la película, que termina con el orgasmo de Carmen, un orgasmo es un click de alegría en el cambio de la mirada de la actriz. Algo en ella se ha prendido, y eso le afecta adentro y se ve a través de los ojos. No niego la efectividad de esa imagen. Es un momento cinematográfico. Ver un cambio a través de los sutiles movimientos del cuerpo, de un par de ojos, es una solución cinematográfica.
Pero la Bennys Video, en este caso, siendo una sugerencia tal vez imposible de ser tomada en cuenta, tal vez juvenil, muy humor de hombre perro, la Bennys Video(1), siendo así adolescente es graciosa de imaginar.
No los vemos tirar al final. Pero la Denisse ha grabado un audio de un orgasmo verdadero y grita como en ninguna porno, y así su emoción es demasiado excesiva, está reventando, ama, ama, ama ese buen contacto de suculentas gónadas. Fin. El sonido de gente tirando rico es un elemento sumamente peculiar y extraño, más relacionado al sexo como tal, como presencia en nuestras vidas, que el hecho de ver una teta.
Imposible solución. Sólo existe imaginada.
Hasta ahí las sugerencias de un boludo.
Y ahora las felicitaciones por la wawa.
Porque así bien incómodo ser de esos que van a ver a la primera wawa de alguien y están así cuchicheando que está fea, que parece un ratón, que tiene un casco de pelos, que está rechoncho o parece un marrano flaco.
Primero.
Uno de los placeres del cine es su capacidad de transmitir cada vez por primera vez el hecho de que un ser conozca a otro. Ahí, creo, hay un arte. Mostrar cómo es el cuerpo de alguien cuando está cómodo con alguien familiar, cómo se pone el cuerpo cuando se enfrenta a alguien que lo achuncha, cuando se acerca sin querer a quien pensaba que no se acercaría, cuando ríe, cuando está aburrido, etc. El manejar esos elementos con soltura es un arte que se va desarrollando a lo largo de la vida. En lo personal pienso que el despojarse de tanta parafernalia es el camino más seguro para planear o conseguir seres de carne y hueso respirando y relacionándose en la pantalla (porque el trabajar una peli como si fuera una publicidad solamente mata todo resquicio de vida que queda en los lugares o los actores).
El equipo de las malcogidas apuesta por la parafernalia del cine. Y así, en esos espacios construídos, se ha conseguido, creo, evolucionar en poner en escena a personajes con soltura, se nota eso especialmente en relación a Casting y los cortometrajes de Denisse. Esta sensibilidad al encadenar imágenes de soltura corporal, está desde la concepción de la peli, y tal vez por suerte, como un feliz excedente de haber trabajado consigo misma y con su hermano como actores principales.
Un ejemplo de lo contrario, de la incapacidad de tener algún tipo de relación de cuerpos y de gente en pantalla, es la película Eco del Humo de Juan Álvarez, que sugiero sea vista –por lo menos el tráiler- para entender a lo que me refiero.
Otra solución cinematográfica. (spoilerazo)
La escena en la que todo se junta y explota la peli:
  1. Carmen va a ver al chico que la calienta en un concierto al que él le ha invitado, y él está con ganas de prenderse y dársela en el baño. Ella chocha. El chico que realmente la quiere, el gordito que sabe de las dietas y de las inseguridades de Carmen, ve la escena y se muere de tristeza. Finalmente, antes de que Carmen culee rico por fin, el galán toca el yeso que cubre su barriga, y eso le da un enorme asco y desagrado que lo sacan del rapto sexual.
  2. Karmen, el hermano travesti, está concursando en un evento de belleza gay, entonces lo vemos desfilando con sus mejores galas. Entre los miembros del jurado vemos a Saxoman deliberando junto a Samuel Doria Medina. En medio de travestis así medio bizarros, Karmen es la más churra. Pero se cae de jeta.
  3. Por narcoléptica, la abuela quema la casa donde viven todos los personajes. Es una secuencia larga –obviamente entrecortada- que le da como suspenso y ritmo a las otras dos.
En una entrevista, Woody Allen cuenta que el momento de llegar al montaje de todas sus películas, inevitablemente se quiere suicidar. Nada funciona como se esperaba. “En la sala de montaje” dice, “veo la película muerta y trato de hacer que reviva”. Godard le pregunta con malicia: “¿Pero no crees que en serio eso era posible, que tal vez capaz la revivías en montaje?”. Woody Allen se queda perplejo. “¿En serio crees que no lo he logrado papá?”
La secuencia climática me parece que es ejemplar para hablar de las capas que se agregan a una escena durante la post producción. Se nota que el plan era otro. O sea: varios van a notar que el plan era otro. Parece que se han producido las tomas para que una música diegética (la del concurso de belleza, o la de los espermos?) se convierta en extra diegética en una estructura tipo secuencia de montaje, o montaje paralelo. (¿Tal vez querían mezclar los diferentes géneros polifónicamente como en los musicales?)
En el producto final, parece como si hubieran tenido que repensar este clímax en montaje. Toda la música se va hacia lo más abstracto, atonal. Hay unos cuerpos desnudos de parejas cogiendo que se sobreponen al marco que hacen las cabinas del baño donde Carmen y el galán se prenden. No hay referencia sonoras a músicas diegéticas, lo cual hace que todo parezca visualizado y organizado por ojos externos a la peli. Hay un estado de ánimo colectivo –y construido a través del montaje- que solamente apunta al desastre, al fin, y ese fin es innegable. Todo lo que está mal va a estar mal. Los personajes parece que han aprendido algo o logrado lo que querían, pero en realidad eso que estaba mal va a seguir mal.
Es tan diferente al resto de la película esa secuencia, que parece decir que las cosas son peores que la conclusión de todos los hilos narrativos. Hay una energía muy fuerte e irresuelta puesta en juego.
Y el final no es tan feliz. Carmen termina cogiendo con el gordito que la ama, pero en realidad está feliz por su orgasmo, se caga en el gordito. O sea le interesa que se la den rico, y ni modo, al lindo nunca lo tendrá. El gordito es su uyustool. La abuela, muerta. Y el gay así exiliado por gay. Y además la caga a su hermana al no mandarle al lindo que se dio cuenta que amaba a la gordita.
Tal vez el soñador del sueño es el gordito. A él le va bien en todo finalmente. El bien cogido. La peli lo deja tranquilo, y al no ser mostrado casi nada es así el que parece más inteligente, alejado de todo, un poco así crítico, y le gusta full el cine… Porque finalmente la Denisse sí está preocupada por mostrarse guapa, y se la ve guapa y más y menos inocente, y el gordito es así re norm core.
Hay algo cinematográfico en que lo que parece una cosa al mismo tiempo tenga otra cosa latiendo por debajo. En esta peli pasa por un montaje climático que parece contrapuntear las intenciones primeras. A ver esto nos enseñó Twin Peaks.
Un último detalle
Es raro que el personaje Carmen tenga los tatuajes de la directora Denisse. Tal vez Denisse ama tanto sus tatuajes que luchó por tenerlos en escena. No sé si de manera planeada o no, a veces los tatuajes de Carmen parecen unos protectores mirándola con cariño siempre que se quiere morir. Alguien está cuidándola en esos momentos y ella sólo ve su soledad sin orgasmos.
Moraleja
No me deja de parecer importante hacer este hincapié, aunque es una crítica de siempre y que va de mí/nuestro lado de las cosas hacia el lado de la directora y la productora y la producción: el intentar ocultar los lugares del mundo con mucha dirección de arte es una forma contraria a los valores que la película parece enarbolar. Sin eso las cosas capaz salen más chistosas y más baratas. Capaz también no.
Por otro lado, que los truquitos sean más alucinantes, debería ser también un objetivo de este cine. ¿Cómo hubiera sido -repito esto- si las caídas se hacían traumantemente musicales como los planos de ok go?
Es verdad. Yo pensaba que iban a haber así escenas musicales de peleas entre gays y pandillas de homofóbicos.
De todas formas se hace esta crítica porque asumimos que no estamos frente al último round de la Denisse luchando por apropiarse del difícil difícil difícil género musical. Desde la época de su rodaje a esta parte, me parece que su equipo de producción -y por lo tanto sus posibilidades de producir un musical-, se ha visto claramente ampliado, mejorado, potenciado. Enhanced no tiene traducción. 











1.  Bennys Video, una de las primeras películas de Michael Haneke, tiene una escena brutal, tal vez la más brutal según mi experiencia de espectador. Benny, un tipo que no está conectado con nadie, lleva a una chica x a su casa. Al principio parece que quiere sexo casual, pero luego vemos que le da curiosidad saber cómo es matar a alguien. Así pues, encuadrado por una cámara fija de su pertenencia, Benny le da un disparo a la chica con una pistola de matarife. El sonido del disparo ya de por sí es horrible. La chica cae, pero no ha muerto. Grita de dolor. Aúlla de dolor. No la vemos. Benny no sabe qué hacer y se acerca al cuerpo de la moribunda fuera de campo. Le apunta. Ella vuelve a aullar. “No, por favor no!”. Otro disparo. Silencio. No ha muerto aún. Vuelve a chillar la pobre chica. Benny, visiblemente turbado, carga la pistola nuevamente. La chica chilla de dolor. Benny se acerca nuevamente, y nuevamente los no por favor no. Benny vuelve a disparar.